Creado por Inma Love

Fecha 02/06/2023

Tiempo de lectura: 7 minutos

OTOÑO (22 SEPTIEMBRE – 21 DICIEMBRE)

Tradicionalmente comienza con el equinoccio de otoño y termina con el solsticio de invierno. Astronómicamente empieza el 23 de septiembre en el hemisferio norte y el 23 de marzo en el hemisferio sur.

Los días se acortan, las temperaturas descienden y aparecen vientos y lluvias. Las hojas de los árboles amarillean, cogiendo tonos marrones hasta que secan y caen. Empieza a hacer frío. Venimos de la estación del verano, por lo que si no nos hemos cuidado el cabello como toca, debemos hacerlo ahora o en invierno nos costará mucho más recuperarlo. Es la época de caída del cabello.

La mejor línea para utilizar en esta estación es: fuerza y resistencia, junto con la línea anticaída.

Se observan picos de renovación de pelo. Ocurre debido al ciclo biológico: en estas épocas se producen cambios en las horas de luz que afectan al ciclo circadiano de nuestro organismo. Se recambia más que en otro momento del año. El cambio climático afecta, se está adelantando a agosto y septiembre. De cada 100 pelos que tenemos, siempre hay un 12-15% en fase de recambio, de manera que tardamos alrededor de 4 años en cambiar completamente el cabello. A los únicos que no les afecta es a los recién nacidos. A los 3-4 meses pierden todo la pelusa inicial para darle paso al pelo nuevo. A partir de ahí, nuestra cabeza se irá repoblando de manera aleatoria durante toda la vida. Los cabellos tardan unos 3 meses desde que mueren hasta que caen definitivamente. Si esta caída es más evidente en otoño, tiene que ver con el ciclo de nacimiento y crecimiento del pelo.

Diferencias entre la caída de cabello en otoño y la alopecia androgenética:

  • caída en otoño: es una caída general, no está localizada en ninguna zona en concreto. Dura de 2 a 3 meses. Al cepillarnos o lavarnos el cabello, hay más pelos en el peine/cepillo, la ducha, la almohada después de dormir… es una caída repentina y difusa. Finaliza en noviembre.
  • alopecia androgenética: la caída está localizada en zonas concretas, como en las entradas, coronilla y frente. Es una caída constante todos los meses, no sólo en otoño. Es un proceso natural por el que no debemos asustarnos. Debemos incluir rutinas en nuestro día a día para hacer más fuerte el folículo piloso y repararlo desde la raíz para la nueva temporada.

La mayor parte de las alopecias severas no cursan con un desprendimiento súbito del cabello.

La raíz del pelo está a medio centímetro de profundidad por debajo de la piel. Los que logramos arrancar es porque están en fase de renovación. No pronuncia la caída el lavarse con más frecuencia, eso es higiene.

La falta de vitalidad y de brillo, la descamación de las uñas o no tener luminosidad en la piel se debe a la falta de la vitamina B2/riboflavina debido a que se puede encontrar en los alimentos que se encuentran ricos en proteínas.

Consejos:

  • reparar el daño del cabello en verano y estar preparado ya para cuando llegue el otoño
  • acudir a un salón de peluquería y que te haga un corte de puntas dañadas (2 dedos aproximadamente), que te haga un tratamiento de hidratación y/o reparación profunda, incluso que te preparen un cocktail especial para ti según como tengas el cabello en ese momento. Incluso, si te apetece, es el momento de hacer un cambio de look.
  • La alimentación: lo que ingerimos en los alimentos, se convierten en nutrientes que recibe el cuerpo y el cabello a través de la sangre, estos llegan al cuero cabelludo donde alimenta al cabello desde raíz. Es más importante aún la alimentación que lo que le aportemos/apliquemos vía tópica/externa. Debemos tomar alimentos ricos en: hierro (hígado, legumbres, mariscos, espinacas), proteínas (huevos, pescado, carne), ácido fólico, magnesio, yodo, zinc (cacao en polvo), vitaminas del grupo B (B12 en levadura de cerveza, germen de trigo), colágeno (gelatinas, algas marinas y algunas carnes). Así fortalecerás tu melena, aportarás brillo y tendrá mejor aspecto.
  • Evita las grasas, el alcohol y los azúcares.
  • Evita el calor en el cabello y en el cuero cabelludo: usa agua con temperatura tibia, nunca caliente, no uses el secador, ni la plancha, si lo necesitas, usa protector térmico antes de usar el secador siempre. Sécalo lo justo para quitarle la humedad justa, no hasta que esté completamente seco, y pon el secador a la distancia de unos 20 cm (un palmo) no menos.
  • Masajea los productos (poca cantidad) en el cuero cabelludo con las yemas de los dedos en forma de círculos y acabando en la coronilla, así aumentarás el riego sanguíneo en él, penetrarán más los ingredientes de los productos y tendrás mayores y mejores efectos, aparte de que te relajarás. Nunca rasques o frotes fuerte, el producto actúa por sí sólo, no hace falta frotar. Sólo emulsiónalo, repártelo por toda la cabeza y repártelo en la melena en forma de pala, en plano, sólo juntando las manos en plano y repartir de medios a puntas, así es suficiente para lavar y acondicionarlo. Cuanto más rasques, frotes, peor estará el cabello.
  • Evita el estrés, el nerviosismo, el insomnio, problemas, esto facilita la caída capilar y además te altera.
  • Ten la higiene necesaria, no por más lavar el cabello va a caer más, como mucho lávalo cada dos días, máximo cada 3, ¡¡¡no más!!! los productos te aportan beneficios para mejorar el problema que tengas o el estado del cabello. Se suele dejar un día intermedio para que nuestro cuero cabelludo genere su sebo natural, éste es bueno para nutrir nuestro pelo de forma natural, pero no hay que dejarlo más días sin lavar, ya que el aspecto será de sucio y graso, además de que conforme te vayas peinando esa grasa la repartirás al resto del cabello. Algo que no queda bonito en el aspecto de las personas.
  • En las herramientas de peinado usa: peines de púas anchas, peines o cepillos naturales de cerdas o púas naturales, cepillos iónicos para restar la energía negativa del cabello que es la que produce ese erizamiento y encrespamiento, peina de puntas a medios y de medios a raíces, por mechones y poco a poco.